Está amaneciendo en el bosque. Desde lo alto de mi viejo y entrañable olivo, veo como se desperezan las flores, y escucho los pájaros que, madrugadores, abandonan alegres sus nidos. Algunos creen que los búhos somos sabios, quizá porque a un antepasado nuestro estuvo junto a Minerva, la diosa de la sabiduría. Pero, o nunca la recibió de ella, o la sabiduría no es contagiosa, porque sus descendientes no heredamos nada.
Como las noches aún son largas y frías, y me encanta leer, anoche le dediqué unas horas al libro “Un plural infinito”, de Rafael Pérez Estrada, un poeta admirable que les recomiendo. Aquí les dejo uno de sus poemas.
PASIÓN Y MUERTE DEL UNICORNIO
Hay una luz para la vida y una estrella para la muerte. Los astros marcan - y él lo sabe- el punto final de la aventura amorosa del Unicornio. Surge esta estrella en las noches que preceden al invierno, y sólo quienes han merecido ser bordados en tapices y reposteros, o aquellos que hacen guardia a orillas de escudos y blasones, pueden soportar la tristeza y se salvan. Mas cuantos hicieron de su vida una gesta amorosa, perecerán sin duda. Y la niña, que aún distraída escuchaba esta leyenda, comentó emocionada: “Yo prefiero a estos últimos”.
Yo también los prefiero, y sospecho que ustedes también.
Con permiso, me voy a estirar las alas por ahí. Disfruten de este nuevo día que, como todos, será irrepetible.
Esta historia,poema? de Rafael Perez Estrada,nos dice que de nada sirven los oropeles...Es mejor esperar el fin de corazón abierto,lleno de los afectos conquistados,rebosante de todo lo que recibimos. No creo que los que hicieron de su vida una gesta amorosa han de perecer,como hojitas de otoño,sequitas,amarillas,levadas por la brisa.El que Amó queda.Como dice un poeta español:*Lo que queremos nos quiere/aunque no quiera querernos*.Vuele Alto aun cuando sus alas carguen el peso de sus amoresy por la noche vuelva a su olivo misterioso.Me lo imagino como los olivos centenarios que vi en Andalucía.Chaucito....
ResponderEliminarEn Sevilla yo vi naranjo y me embriagó el aroma de azahar. Y si, querida amiga, "lo que queremos nos quiere/aunque no quiera querernos". Gracias por recordármelo. Un beso.
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